No sabe cómo ha pasado, ni en qué momento se inició todo. No tiene la respuesta.
Puede imaginar que todo comenzó de manera ardiente, entre el fuego y el calor, que produjeron una fusión, sin la que ella nunca habría llegado a existir.
Pero no lo recuerda.
Seguramente también ha deducido que poco a poco se fue transformando.
La manipularon para conseguir que creciera y se convirtiera en lo que habían planeado para ella, y en el proceso, supieron siempre hasta qué punto se podía estirar y cuando había que detenerse y aliviar las tensiones acumuladas.
Ha tomado conciencia de sí misma y se ha dado cuenta de cómo la miran.
Ha entendido que transmite emociones, sentimientos y sensaciones que no le son ajenas, y que es única.
Es una joya, es fusión.